lunes, 11 de agosto de 2008

A 5760 metros y a ciegas

Después de varios días de descanso y recuperación, el equipo se divide en dos grupos para seguir caminos diferentes a diferentes alturas.

Por una parte, se encuentran los que quieren llegar a la cima de la que dicen es la montaña más bonita del mundo, el Alpamayo. Por otra, los que prefieren disfrutar de una de las mejores panorámicas de la Cordillera Blanca desde lo alto del Pisco.

Para los que eligieron unas hermosas vistas, la jornada de ascensión fue dura, ya que los días de mal tiempo persistían. El grupo decidió atacar a cumbre a pesar de que las condiciones no eran optimas. La ascensión fue con ventisca y nieve que borraba la huella de una cordada a otra.




Por fin, tras nueve horas de duro esfuerzo, el grupo consiguió coronar la cumbre al completo a las 11 de la mañana.









El descenso se hizo difícil por la densa niebla y el temporal pero, gracias a la tecnología GPS, pudimos llegar al refugio sin problemas y disfrutar de unos riquísimos huevos fritos con jamón para celebrar la tan ansiada cumbre.

Los que partieron hacia el Alpamayo (5.947 m.) tuvieron que bajar del Campo I debido al temporal y a que la ruta por la que iban a atacarlo era un corredor de mayor dificultad y habia riesgo de avalanchas.

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